Encuentros

LõBISON, «me pierdo en el infinito buscando canciones»

En nuestra charla exclusiva con Juamba d’Estroso, el carismático líder de LõBISON, nos sumergimos en el viaje auditivo que propone su reciente trabajo, “De lo que no se habla no se olvida”. Navegando desde las aguas oscuras del post-punk hasta las alturas embriagadoras de la psicodelia, cada acorde nos guía a través de un mar de sentimientos. d’Estroso nos revela las inspiraciones ocultas en sus melodías y su eterno compromiso con la autenticidad.

Juamba, es un honor conversar contigo sobre el último lanzamiento de LõBISON, “De lo que no se habla no se olvida”. Juanjo Mestre escribe en Exile Magazine que el quinto artefacto discográfico de LõBISON, de sugestivo y evocador título, resulta más crudo, más noise-blues, más rock progresivo y más post-punk que las coplas acuáticas de sonido lo-fi que se incluyeron en “Enemigo de lo auténtico” de 2021. ¿Por qué ahora virar hacia estos sonidos?

JB: No lo tenía planeado. Es lo que me ha salido dentro del caos en el que suelo estar cuando me pongo al lío de hacer canciones. También, gracias a la muchísima música que he oído siempre e influenciado por la multitud de géneros musicales que escuchaba en una tienda de discos que tuve en Sevilla, pues, todo ello me ha ayudado a darle a cada canción su ambiente como es el caso de este disco o como fue el anterior, que derivó hacia una propuesta más conceptual que este nuevo disco.

El primer single fue “Show show fantasma” cercano al punk-rock de Detroit desde una perspectiva diferente y muy original. Menos experimental pero más psicótica fue el segundo avance“Milagrera”, con menciones incluidas a Janis Joplin, Camarón o Jesucrista con a. El sonido de guitarras tan característico en LõBISON, cuáles son tus referentes?

JB: En cuanto a las eléctricas, hay dos instrumentos cuyos sonidos han influenciado a la hora de afinar mis guitarras, la zanfoña y el rabel ancestral. Sus sonidos al borde de la disonancia los tengo en mi cabeza desde que era pequeño. Luego descubrí a Glenn Branca, Sonic Youth, etc… Toda esa mezcla ha dado con ese sonido de mis seis cuerdas y también en los bajos.

Juanjo Mestre también comenta en Exile que la desmesura y la exageración intencionada están presentes en los ochos cortes. “Imposible soy» es un regalo de arrogancia, la que inspira el concepto del disco y la que rebasa los límites del post-punk, del mismo modo que en “Normalizando la honestidad”, con versos tan demoledores como el de “yo soy un apátrida contemplando el infinito”
¿Qué nos quieres contar en esta contemplación?

JB: Muchas veces me pierdo en el infinito buscando canciones… y en esa contemplación, no me doy cuenta del dolor que le estoy produciendo a mis seres queridos, que reclaman mi atención. Pienso que, no sólo me pasa a mí, también a mucha gente.

De nuevo los renglones apátridas hacen acto de presencia en “Dificílmente yo”, entre la enajenación del escapismo y los sonidos incordiantes, mi favorita, también para Juanjo Mestre y para muchos por lo que he leído de otras reseñas. ¿Cómo ha sido la producción de este disco?

JB: La producción me ha ayudado a quitarme los vicios incordiantes. Me lo paso “pipa” produciendo mis discos. Además, la producción me pide que escuche e investigue sobre diferentes discos de otros músicos.

La súplica y el naufragio entre brazos, ojos y labios en “No me quiero morir”, una declaración de amor distinta a cualquier confesión similar que nos pueda venir a la cabeza y favorita para un sector Power pop romántico en las redes sociales de LõBISON. Aquí sacas tu voz más crooner pero hay variedad vocal en todas las canciones, incluso momentos demoníacos como en “Normalizando la honestidad”. Qué buscas con esas variaciones?

JB: No buscaba nada. De hecho, las voces en este disco las grabé rápido, prácticamente en una toma. Me sentí en forma con la voz y lo di todo.

Con versos tan demoledores en la frustración y la fatiga de “Antagonistas” y el alma endemoniada de “Entrampada” que se ahoga entre cantos de salvación y fuego, están las guitarras que antes comentamos y con ellas, los bajos, las baterías, el piano etc… ¿Qué nos puedes decir sobre todos estos instrumentos que llevan a cada canción a esos ambientes que sueles mencionar?

JB: Lo bueno que he tenido al grabar todos los instrumentos del disco es que he podido expresar lo que quería en cada momento o en cada frase, sin filtros y me resulta muy auténtico todo ese proceso. Además, siento que evoluciono como intérprete. Tomo estos riesgos, también es verdad, porque no busco ser virtuoso sino sólo expresar lo que siento.
Sobre la batería, he contado en seis canciones con un ilustre baterista de Sevilla, Jaime Neria, que también tocó las baterías del tercer disco “La industria de los sentidos”. Para “Show show fantasma” y “Entrampada”, Jaime me ha dejado las baquetas.

¿Qué mensaje o sensación esperas que los oyentes se lleven después de escuchar “De lo que no se habla no se olvida”?

JB: que les pertenezcan las canciones.

Ha sido un honor conversar contigo. “De lo que no se habla no se olvida” es un testimonio de tu valentía y creatividad. ¡Gracias por compartirlo con el mundo!

El honor es mío. Gracias por dar voz a nuestra música. Nos vemos en los rincones más oscuros y luminosos de la vida.

Texto: Daniel Miralles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda