Si al entrar en la sala, encima del escenario, te espera una figura de cartón piedra de Chuck Berry ejecutando su famoso “duck walk”, ya te puedes imaginar por donde irán los tiros esa noche.
Tal y como habían anunciado en sus redes sociales (a las 19:53 horas), la Jim Jones All Stars apareció en escena, son una locomotora apunto de descarrilar que lleva sus vagones cargados de rock and roll sucio y anfetamínico. Una banda perfectamente engrasada en el que tienen un papel protagonista sus 2 saxofonistas. Jim Jones es un chamán en pleno éxtasis sobre las tablas y rápidamente, se mete al público en el bolsillo para hacerlo danzar durante el tiempo que dura su ritual.
Un guitarrazo de Rich Robinson interrumpe el “It´s A Long Way To The Top” de los AC/DC que estaba sonando por los altavoces. De un plumazo, ya han tocado las dos primeras canciones del último álbum de los Crowes. Un Chris Robinson parlanchín y con un lenguaje macarrilla nos avisa que durante la noche tocarán canciones nuevas pero también canciones viejas.
“Thorn In My Pride” te invita a cerrar los ojos y flotar como en los viejos tiempos.
Los días de las jams y cambios en el repertorio han pasado a la historia y los hermanos Robinson apuestan ahora por un rock and roll directo y sin apenas tiempo para florituras a las guitarras. El nuevo guitarrista Nico cumple a la perfección su papel en la banda y se le ve disfrutar como un niño con zapatos nuevos.
Hubo tiempo también para las versiones “White Light / White Heat” de la Velvet sonó potente y contundente, para el turno de la festiva “Hard to Handle” se les unieron los saxofonistas de la Jim Jones All Stars.
Se acerca el final, durante el “No Speak No Slave” Chris demuestra que sigue siendo una de las mejores gargantas de su generación y que sigue manteniendo ese timbre de voz tan característico a pesar de ser uno de los últimos conciertos de la gira.
“Jealosus Again” y “Remedy” cierran el concierto, pero todavía queda una bala en la recámara y es la salvaje versión del “High School Confidential”, Chris saca al escenario a Jim Jones, agradeciéndole ser la banda telonera durante este tour europeo y los dos mantienen un duelo de vaqueros cambiando las pistolas por micrófonos como en el viejo oeste .
No sé que nos tienen preparado para el futuro estos “Hapiness Bastards”, con los hermanos, todo es posible, pero habrá que estar atentos.
Texto y fotos: Daniel García Femenía
