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The Interrupters – Santana (Bilbao)

 

El poder revitalizante de la música es incontestable. Por muchos problemas que tengas y de la magnitud que sean, quizás sólo hace falta un concierto para aparcarlos por un momento. Y si vas con la mente y el corazón despejados de nubarrones, pues tienes pista de sobra para aterrizar en una fiesta contagiosa de buen rollo. Pero no buenrollismo de palo, no, cuando las cosas son auténticas se nota. El doble cartel de la tarde noche del martes era eso, real y vital.

Abriendo las nueve catalanas de Les Testarudes, jóvenes, simpáticas y divertidas, ofrecieron cuarenta minutos de Ska y Rocksteady en su segunda gira y la primera con temas propios. Coreografías sobre las tablas, duelos de vientos, coros con toquecitos gospel y continua interacción con un público que las conocía y acogió de la mejor manera posible. El “Jamaica Ska”, clásico tema de Byron Lee & The Dragonaires antecedió a la presentación y despedida de un grupo que dejó un buen sabor de boca.

Les Testarudes

Y llegaba el turno de The Interrupters. Los tres hermanos Bivona (apoyados por un cuarto integrante) y la frontwoman Aimee Allen pusieron patas arriba la sala con su Punk Rock, su Ska y su actitud, porque pocas veces hemos visto sonreír tanto a nadie como a Aimee. Fiesta, nada más. Fiesta de pogo, de hermandad, de himnos y abrazos. Y todo ello gracias a una serie de temas que te entran directos, sin concesiones ni dudas, pegadizos, coreables y con la compleja sencillez que tienen las canciones que se quedan dentro.

“Gave you everything”, “A friend like me” y “Title holder”, para empezar no está mal, enchufarse con esto no es complicado. Con un Punk de cresta bien larga organizando el cotarro como un guardia de tráfico, el pogo se desató por primera vez con “On a turntable”, juntando el Ska de “Babylon” con “By my side” bajaron las revoluciones y las piernas no pararon con “In the mirror”. Quién no la estaba gozando tenía un problema. Un poco fuera de lugar pareció el “Halleluyah” de Leonard Cohen (que sí, que Jeff Buckley la elevó, pero es de quién es), y mucho mejor la otra versión de la noche, el “Bad Guy” de Billie Eilish.

Todo iba niquelado, sin problema salvo un parón, porque un osado se dio el sopapo del coyote en el meollo del bailoteo y hubo que tirar del clásico “¿Hay un médico en la sala?”. Aparecieron varias, el contusionado se fue entre aplausos y la banda se portó como se esperaba de ella. Porque esto es una “Family” como dice otros de sus clásicos. Y es que el final fue tremebundo, con ese tema junto a “Raised by wolves”, “She´s got arrested”, “Take back to the power” y “She´s kerosene” para finalizar. Y ahí se fueron, entre aplausos, sonrisas, y la duda de si Aimee algún día probará más a fondo otros géneros como el Pop visto lo visto. Si es así, que no deje The Interrupters, que esta banda es un chute de vitalidad, que buena falta hace.

Texto: Michel Ramone

Fotos: Dena Flows

 

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