Dice Rory Block que a lo largo de su carrera, lo que más le han pedido sus fans, son versiones de Bob Dylan y que, por eso, llevaba tiempo planteándose hacer un disco con canciones de la leyenda. Y también asegura que “como ocurre con todas mis grabaciones, las canciones que me conmueven más profundamente, que tocan el corazón y el alma, son las que elijo grabar”. Por eso quizá, aquí hay mucho previsible pero también más de una sorpresa y un bombazo final. No suele faltar en los tributos blues a Bob Dylan «Everything IS Broken» y aquí tampoco lo hace. Una canción infravalorada que funciona con la rota voz de Rory. «Ring Them Bells» es la primera sorpresa, y como semi blues arrastrado también funciona. No así «Like a Rolling Stone» una de la que suele estar siempre, pero que aquí se empobrece y no acaba de arrancar. «Not Dark Yet» es una buena versión, pero después de oír a Jimmy LaFave hacer la revisión definitiva de este tema, nada lo iguala. «Mr. Tambourine Man» (con el título mal escrito en el disco físico) es calcada a la original y poco aporta. «Positively 4th Street» suele ser otra de las blueseadas en la carrera de Dylan y además da título al disco (como hizo Willie Nile). Y aquí se hace menos blues, justamente, que en otros tributos. A estas alturas ya vemos que el pie no va a pisar el acelerador a fondo, y es una lástima. «A Hard Rain’s A-Gonna Fall» directamente sobra, aunque el final del track-list aún depara dos sorpresas. La elección de «Mother Of Muses» de Rough And Rowdy Days es arriesgada, y más folk que blues. Pero el órdago es la elección para cerrar el álbum con «Murder Most Foul» del mismo disco cuya versión es ¡más larga que la de Dylan! Si este es el tema más extenso del de Minnesotta con dieciséis minutos y cincuenta y seis segundos, Block la lleva hasta los veinte minutos y cuarenta y dos segundos. Tan innecesario como absurdo. Así que, como la mayoría de este tipo de discos, irregular. Y una reflexión final. Si aquí hay una multipremiada blueswoman versionando a Dylan en un disco con muy poco blues, algo falla ¿no? Demasiadas balas de fogueo.
Eduardo Izquierdo
