Se vende mucho a los chavales de hoy la idea de que nunca vivirán de la música. De que tiempos pasados fueron mejores. Está muy bien eso de poder hacer todo lo que quieras con un ordenador y encerrado en tu habitación, pero olvídate de vivir lo que un día vivieron tus ídolos.
Sin embargo, en estos tiempos de usar y tirar, de tener tus 15 segundos de gloria a través de la pantalla de un teléfono que hace todas las funciones menos la que en teoría debe hacer un teléfono, hay jóvenes que saben aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Dhruv Sharma es un veinteañero nacido y crecido en Singapur que siempre ha ido a contracorriente. Le gusta encerrarse a componer y odia la obligación moral que tienen los artistas de hoy de tener que exponer cada momento de su vida. Aún con ello, Dhruv le debe mucho a todo eso que aborrece porque es por ello por lo que se dirige en furgoneta a Madrid para comenzar su gira como telonero de Jordan Rakei.
Hace un par de años Dhruv compuso una canción en la que hablaba de cómo se enamoró de un gran amigo suyo. Esa historia tan íntima y tan habitual se hizo viral en TikTok de esa forma tan aleatoria e inexplicable que poseen las nuevas modas y, ahora mismo, cuenta con más de 900 millones de reproducciones en Spotify. La magia de las redes.
El término “viral”, utilizado en su mejor expresión, ofreció a Dhruv la oportunidad de viajar a Nashville, grabar su primer álbum y dar entrevistas a medios de todo el mundo.
Dhruv se muestra algo tímido, pero seguro de sus palabras. Sabe de dónde viene y también dónde va, y reconoce que, por muy agradecido que esté a las redes sociales, aún se ve incapaz de utilizarlas.
¿Cómo te sientes al venir a España a actuar por primera vez y qué esperas de estos conciertos?
Estoy emocionado. He estado en España un par de veces, pero como turista. Visité Sevilla y Barcelona y quede enamorado de ambas. Estoy deseando conocer Madrid y además hacerlo para actuar, es increíble. En cuanto a lo que espero, soy consciente de lo enérgico que es el público español, así que espero poder hacerle disfrutar. He reorganizado mi repertorio y he metido algunas canciones antiguas que, creo, combinarán muy bien con las del disco.
Acompañas a Jordan Rakei, con quién tuvimos el placer de hablar hace unos meses. ¿Qué nos puedes contar de él?
Qué puedo decirte de él… Es un músico increíble. Es maravilloso poder ver su espectáculo, porque es un artista muy experimentado que crea una química especial con los músicos con los que toca. Yo he hecho giras con artistas muy diferentes. Me recuerda esa sensación a la que sentí con un artista con el que fui de gira llamado Joji. En cuanto estilo no tenían mucho que ver, pues Joji es más Lo Fi, pero la energía que desprendía es similar a lo que creo que serán estas actuaciones con Jordan.
Eres uno de los ejemplos del bien que puede hacer una red social como TikTok en la carrera de un artista. ¿Cómo es ese proceso de, de forma prácticamente instantánea, pasar de ser un artista desconocido a tener una canción que suena en todos lados?
Fue una locura en la que no tuve nada que ver. Ocurrió dos años después de que sacara la canción, así que no me lo esperaba en absoluto, pero sin duda me ha servido de curva de aprendizaje. No soy muy aficionado a las redes sociales, así que trato de dar mi mejor esfuerzo para adaptarme a las formas de comercialización de la música ahora. Y, aunque me cuesta mucho mostrarme en redes sociales, estoy muy agradecido por la exposición que me han dado.
Encuentro interesante el hecho de que un chico de 25 años no esté interesado en las redes sociales. Pareces sacado de otra generación…
No te creas, eh. Te diría que a muchos de mis amigos no les gustan las redes sociales. Entiendo su importancia, pues son una vía para estar en contacto con la gente. Pero, tal y como aprecio la música, donde la diferencia reside en que a la hora de componer estás tú solo en una habitación, eso de tener que estar constantemente explicando lo que hago no va conmigo. Además, siento que la mayor parte del tiempo tendría que estar vendiendo cosas ajenas a la música, y eso no es lo que pretendo. Además, se me hace muy difícil saber que tengo que usarlas con un instinto puramente financiero. Sé que hoy en día es parte de mi trabajo, pero me cuesta una barbaridad.
La canción que te encumbró, “Double Take”, se ha convertido en una especie de himno queer. ¿Cómo te sientes por ello?
Me encanta. Estoy muy feliz por ese hecho. Crecí en un país que hasta hace no mucho era bastante duro con los derechos de las personas queer, y ver cómo este país ha abierto la mente al mismo tiempo que mi canción era cada vez más escuchada allí fue como cerrar un círculo. Me emociona cuando se me acerca alguien a hablarme de aspectos concretos de la canción que le han marcado, o algunas personas más tímidas me escriben notas agradeciéndome lo mucho que mis letras les han ayudado. Eso son grandes recompensas que te brinda el camino de la música.
Naciste y te criaste en Singapur, un lugar donde la música poco tiene que ver con el estilo de música que haces tú. ¿Cuáles son tus referentes y cómo forjaste tu propio camino en la música?
Bueno, estoy muy agradecido por haberme criado en un país como Singapur, porque me ofreció una educación y unas bases culturales que me sirven para hacer lo que yo quiero. En cuanto a mis referentes, una de las ventajas de este momento es la facilidad para encontrar y escuchar música que hace décadas sería prácticamente imposible. Siempre he sido una persona muy curiosa y me encanta investigar por distintos géneros, pero si hubo uno que me cambió fue el soul británico. Recuerdo escuchar a Adele, a Duffy y, sobre todo, a Amy Winehouse y quedarme prendado.
Has lanzado este año tu álbum debut, Private Lizzard, ¿Es más fácil abrirse cuando sabes que vas a ser escuchado por millones de personas o es más complicado?
Es complicado, porque cuando piensas en la gente esto no siempre ayuda a la creatividad. Así que diría que, a la hora de hacer una canción, saber que alguien va a escucharla puede meterte un poco de presión en la cabeza, pero yo intento centrarme en hacer algo que me guste, hacer algo que sienta que me representa de la mejor manera. Así que intento no prestarle atención. Pero no es lo más fácil de ignorar. También cuenta el proceso de grabación. Cuando estaba haciendo este álbum, quería hacer algo que fuera como un directo. Mi primer intento de álbum fue muy DIY. Lo hice con mis amigos y con una chica, Raj, y todo el proceso fue a través de Zoom. Con este álbum he contado con gran presupuesto y eso también implica una necesidad mayor de hacer las cosas bien.
¿Cómo te ha cambiado este álbum? ¿En qué eres distinto ahora?
Definitivamente tenía unas expectativas ajenas a mí. Tenía la supervisión del sello y la sombra de que esto ya poseía una parte de negocio. Eso fue algo con lo que tuve que luchar. Pero en general, en la realización de este álbum, me siento mucho más confiado en mi capacidad para trabajar en el estudio. No estaba familiarizado con estar en el estudio con otros músicos, pues en el primero trabajé por mí cuenta. Y, para este álbum, todo el proceso fue mucho más colaborativo. Pude experimentar la energía de diferentes músicos en la sala. Además, fui a Nashville, que es de las ciudades del mundo con mayor riqueza musical. Allí había todo tipo de instrumentistas entrando y saliendo del estudio cada día y era un ambiente muy diferente. Y sí, creo que soy mucho mejor colaborador gracias a este álbum. Creo que el hecho de que haya sido capaz de hacer algo de lo que estoy realmente orgulloso, a pesar de no sentirme inicialmente muy inspirado, me ha dado el coraje y la confianza para seguir haciendo música y, ya sabes, poder navegar a través de momentos en los que no me siento tan inspirado.
Te he leído en alguna entrevista decir que eres una persona que se guía por su instinto al 100%. Según tu instinto, ¿cuáles son los próximos pasos que tienes que dar?
Siento que tengo que construir un espectáculo en vivo y seguir desarrollando mi arte como músico de directo, porque me siento mucho más cómodo en el estudio. Este álbum es tan exuberante y tiene tantos instrumentos y partes diferentes en directo que tengo que averiguar cómo montar un espectáculo que represente el álbum de la mejor manera, y también uno en el que yo lleve la voz cantante. Así que estar en la gira es increíble, porque creo que voy a aprender mucho de las actuaciones de Jordan. Es como una clase magistral. Tengo la oportunidad de ver a una banda increíble con un vocalista increíble. Todo se junta de forma orgánica y maravillosa. Así que, para mí, esta gira es como un campamento de entrenamiento que me ayudará a montar mi propia gira con mi propia banda.
Texto: Borja Morais
