A pesar de los que piensan que “Legacy” (DEMP, 2024), la última entrega discográfica del surinamés (aunque residente en Amsterdam), Steffen Morrison es un paso hacia adelante en su recorrer “soulero”, uno piensa que “Movin’on” (2018) y “Soul Revolution” (2020) eran superiores. Quizá, en el intento de intentar avanzar dentro de un estilo que no demanda raras concepciones, Morrison ha fallado.

Tampoco vamos a defenestrarlo: “The lean on in” o la rockera “Self made man” (temas con los que abrió el espectáculo), el medio tiempo “Deal with the devil”, la adictiva “Respect yourself” y ese “Crazy” (oliendo a hit), son composiciones de enjundia. Sin embargo, cuando suenan “Takin’ me higher”, “Soul Revolution”, la enamoradora “Positivity”, “Movin’ on”, “Do it all again” y ese tremendo ejemplo de northern soul titulado “Just another man”, la calidad compositiva se agranda.

Estamos hablando de un género en que lo mejor ya ha sido escrito. Sus nuevos preservadores, sólo intentan prolongar ese impresionante legado de la mejor manera que pueden.

Este señor, elegante como pocos, legitima la soul music de manera ejemplar. Es posible que para completar el homenaje, le falten unos metales que acrecienten la propuesta. El cuarteto que le secunda cubre con solvencia la apuesta, pero falta la chispa que nos haga vibrar mucho más.

En la remozada La Paloma se reunieron unas 400 personas, que no es poco, aunque, debido a las dimensiones de la sala (Morrison pidió que los del primer piso bajaran a bailotear), los vacíos se notaron demasiado, un desajuste que no benefició al espectáculo.

Aunque tan solo fuera una fastidiosa anécdota, un imprevisto corte de energía eléctrica frenó el impulso inicial. Por suerte, la solución llegó pronto.

No queremos que nadie se enfade, pero nos parece evidente, que aquella actuación en el Teatre Coliseum, en 2021, fue superior. En aquella ocasión, comentamos que el bueno de Steffen, únicamente utilizó el “Hard to handle” de Ottis Redding, en pos de rendir homenaje a sus predecesores. En el caso que nos ocupa, se alargó sustancialmente en el supuesto cumplido. Alejado de sus propias creaciones, quiso complacer a los presentes (siempre ansiosos de los clásicos) con un medley en el que incluyó “Sunny”, el mentado Hard to handle”, “Soul Man”, “Shake”, “Sweet soul music” y el “(Your love keeps lifting me) Higher and Higher” de Jackie Wilson. Con su experiencia y tres discos grabados, no parece necesario emular voces irrepetibles. Por mucho que lo intente (su capacidad vocal está fuera de dudas), nunca podrá alcanzar la cima aguda de Wilson y compañía. Estos recordatorios, pueden enardecer al personal (lo consiguió) o irritar a los más impertinentes (me apunto).

Encrespamientos aparte, Steffen Morrison gustó, pero no acabó de concretar el subidón artístico que se le intuía. Es posible que el sonido no le favoreciera u otras circunstancias que desconocemos. La gira sigue y nos puede dar otras respuestas. Aquí el resultado fue agridulce.

Texto: Barracuda

Fotos: Marina Tomás Roch