Tras unos años de efervescencia, la cantera de nuevos cachorros del Southern parce haberse estabilizado. En estos instantes pocas son las novedades, que un servidor conozca, más allá de The Georgia Thunderbolts, que están a punto de editar su segundo álbum, o la prolija productividad en estudio de los californianos Robert Jon & The Wreck.
Seguramente, si vives en USA y, como se suele decir, le das una patada a una piedra, debajo de ella saldrán decenas de formaciones dedicadas a perpetuar el género. Otra cosa es que puedan llegar a tener presencia en el viejo continente, como es el caso de este quinteto de Toronto, que se atrevió con una gira el pasado 2022, siendo totalmente desconocidos para el público europeo. Con un disco editado en 2016 y otro que salía a la venta durante esa misma turné, recorrieron clubes y salas dejando una grata impresión. En Barcelona pasaron por la desaparecida La Textil, donde ante unas pocas decenas de almas demostraron conocer de sobras el terreno que pisaban.
En este nuevo trabajo encontramos pocos cambios a nivel musical, se sienten cómodos en lo que hacen, y lo hacen bien, así que para qué complicarse la vida. Chris Medhurts es un vocalista de raigambre clásica, voz rasgada y recia, pero capaz de entonar tiempos más melódicos con suficiencia y Ross Hayes no le va a la zaga, sus seis cuerdas beben de toda esa estirpe de guitarristas que han marcado el camino con anterioridad. Citan como inspiración a bandas contemporáneas, Blackberry Smoke, Black Crowes, y a todos los que estuvieron antes, Allman, Lynyrd, perpetuando los códigos del sureño, mezclándolos con unas gotas de hard y del rock clásico norteamericano.
Exhiben músculo, «The Way I Am», «Gone Without Warning», «Who Are You», «Shake You Off», con las guitarras resoplando y la sección rítmica metiendo mecha, medios tiempos dominados por la slide, «Restless», «Body And Soul», «Too Soon To Know You», y acierto para manejarse en los minutos más calmados de «Al That We Have», acústica y voz, o «See You Again», balada que aborda la muerte del padre de Adam Cannon, batería, durante la gira europea de la que hablábamos al principio. Restless es una grabación sólida, sin fisuras, como los propios The Commoners, luchadores del rock & roll, desafiando unos tiempos que no les son favorables. Pero ahí siguen, en la carretera.
Manel Celeiro
Foto: Rob Blackham
